Sen-sa-cio-nes, que percibimos a través de los sentidos; alteran nuestro ánimo y por ende nos hacen reaccionar de modos y maneras diversas.
Amigos lectores, en nuestra vida existen un sinfín de situaciones que nos producen sensaciones y pueden estar ocasionadas por sucesos casuales o causales como:
• Un encuentro que marco el destino.
• EL cosquilleo de una voz suave, tierna, dulce… al teléfono.
• La timidez, el no animarnos.
• Un suspiro profundo.
• Caminar en compañía, tomados de la mano.
• Escribir un poema sin rima y sin prisa solo para expresar lo que sentimos.
• Una música que nos transporta al pasado.
• Bailar abrazados, muy lento, sintiendo que uno es parte del otro.
• Las caricias que nos miman.
• Los brazos que nos hacen reposar, nos cobijan, nos cubren y protegen.
• La luna que nos refugia.
• Las estrellas titilantes que nos señalan el camino hacia la libertad.
• La soledad a media luz.
• Los rayos del sol sobre nuestro cuerpo.
• El sabor de un rico beso.
• Un susurro en los oídos, un secreto escondido.
• Lo prohibido, lo incorrecto, pero irresistible.
• Perfumes grabados y guardados en el sentido del olfato.
• La brisa suave del viento que nos da frio y calor.
• La mirada profunda que llega para desnudar el alma.
• Los recuerdos que hacen latir el corazón.
• La risa que se nos escapa porque sí.
• Las lágrimas que nos lastiman y nos mojan la cara…
Sensaciones,
Sen-sa-cio-nes; extrañas, raras, diferentes, mágicas, bellas, tal vez.
Sensaciones por todas partes, por todos lados.
¿Quién no ha experimentado alguna vez alguna de ellas?
¿Se pueden evitar?
Claro que no… ¡Sólo hay que animarse a sentirlas!
Laura Padrone